Ayer se despidió de nosotros una de las revelaciones de lo que llevamos de año, Bates Motel, aunque con un final de temporada que no ha estado a la altura de las altísimas expectativas que había despertado tras su magnífica primera temporada.
Norma no se ha tomado muy bien el encontrarse el cuerpo sin vida de Shelby en su cama medio putrefacto, y si encima le sumamos los problemas con el Motel, los yonkis que Dylan ha metido como inquilinos, la nueva autopista de la ciudad y la constante amenaza de Abernathy, Norma ha explotado.
Norman sigue mostrando claros síntomas de su inestabilidad mental, y en el instituto han empezado a darse cuenta de ello, por lo que le recomiendan a su madre que lo lleve a un psicólogo. ¡Ay, la que se liaría si Norman contara todo lo que sabe (y hace)!
Y cuando parecía que la calma hacía acto de presencia en casa de los Bates, se agita todo con la llegada de un misterioso hombre que viene a hospedarse en el hotel, mientras Norma y Norman siguen demostrando su casi nula estabilidad mental.
El capítulo anterior desveló algunas cosas que iban a cambiar el curso de los acontecimientos en White Pine Bay, pero creo que nadie se esperaba que fuesen a cambiar tan rápido. No puedo evitar pensar que los creadores de la serie decidieron tirar tramas hacia adelante ante la inseguridad de saber si tendría segunda temporada o no, pero nosotros ya sabemos que sí la tendrá y quizás los acontecimientos estén yendo demasiado rápido. El tiempo dirá.
El capítulo cinco de esta primera temporada afianza a Bates Motel en su estrategia de basar el argumento en dos tramas bastante diferenciadas, aunque en este episodio vemos como ambas tramas van a empezar a entrecruzarse para crear nuevas situaciones peligrosas.
Comenzamos el capítulo justo donde lo dejamos el día anterior, aunque se nos muestran algunos acontecimientos desde otro punto de vista, el de Dylan, que casualmente pasaba por casa de Shelby y ha visto ciertas cosas extrañas. Además, se afianza la relación Shelby y Norma, mientras que el binomio Norma-Norman no pasa por su mejor momento.
Ya sabíamos todos que la familia Bates no está muy bien de la cabeza, pero en este episodio empezamos a ver algunos comportamientos bastante extraños por parte de alguno de ellos. En especial Norman, que empieza a mostrar su potencial.
Nuevo capítulo de Bates Motel y nuevo personaje que se une a los que ya conocíamos. Estoy hablando de Dylan, el primer hijo de Norma y hermanastro de Norman (tengo entendido que es una aportación de la serie, ya que en la película no se le nombra), que vuelve a casa tras quedarse sin recursos, y para ello primero debe encontrar a su madre, ya que se ha mudado sin avisarle. La relación de madre-hijo dista muchísimo de la que tiene Norma con Norman, y Dylan parece que tiene muchas cosas por reprocharle.
Bates Motel se estrenó, por fin, después de muchos y muchos meses levantando expectación con cada nueva noticia, teaser o tráiler que veía la luz. ¿Por qué? Porque se trata de una “precuela” que ahonda en la vida del famoso psicópata Norman Bates en su adolescencia y juventud, momento de su despertar sexual y probablemente origen de sus dudosos comportamientos en “Psicosis” (Alfred Hitchcock, 1960). No he visto la película (lo sé, podéis matarme si queréis), por lo que no puedo valorar la serie como complemento a la película, pero me sirve para valorar la serie como producto independiente y si funciona por sí sola. Y por ahora la respuesta a esa pregunta es sí.
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