Y cuando parecía que la calma hacía acto de presencia en casa de los Bates, se agita todo con la llegada de un misterioso hombre que viene a hospedarse en el hotel, mientras Norma y Norman siguen demostrando su casi nula estabilidad mental.
Después de los acontecimientos del capítulo anterior, lleno de tensión y de nervios por parte de casi todos los personajes, todo parecía indicar que tendríamos un poco de calma. Y de hecho la hemos tenido en gran parte del capítulo, aunque es una calma muy falsa, ya que las cosas han empezado a dar la vuelta otra vez.
En primer lugar, lo más extraño de todo: un hombre ha llegado al motel buscando a Keith y a su habitación de siempre, la 9, que tiene reservada prácticamente de por vida la primera semana de cada mes. De hecho, como vemos más adelante, reserva todo el motel durante esa semana. Es bastante evidente que ese hombre estaba relacionado con los negocios turbios de Summers (Keith parecía no tener demasiadas luces, pero este hombre impone mucho más respeto), es más, seguramente era el jefe (o por lo menos estaba por encima de Summers y Shelby). Su primer encontronazo con Dylan ya ha puesto las cartas sobre la mesa, pero su segundo encuentro y el que tiene con Norma han demostrado que este hombre es mucho más peligroso que Shelby, y seguro que en los episodios que quedan de esta temporada dará mucho que hablar.
Por otra parte, Norman sigue encaprichado con Bradley y trata de hablar con ella para intentar formalizar la relación que tengan, pero ésta no para de darle largas. Después de que Norman discuta con su madre (parece que empieza a hartarse de que se entrometa tanto en sus asuntos), Norman va a casa de Bradley para encontrar consuelo, pero Bradley le confiesa que lo que pasó fue una cosa de un día. Eso le sienta como una patada a Norman, y en cierto momento incluso llegué a temer por la vida de Bradley (ya sabemos todos que Norman está fatal de la cabeza, y tiene unos prontos que dan miedo). Un abrazo de la chica le calma, pero al volver a su casa atropellan a una perrita de la que se había encariñado (rondaba su casa y le daba de comer), y hace entrar a Norman en cólera. Norma se está dando cuenta que su hijo se está volviendo cada vez más irascible e intenta ser comprensiva con él.
Ah, y quizás lo más importante, ¿cómo se arregla todo lo que pasó con Shelby? Norma le cuenta al sheriff Romero la verdad (no sabemos si exactamente todo, aunque creo que sí) y éste decide llevarse todos los méritos de haberlo atrapado para intentar acallar las bocas. Eso no funciona porque todo el pueblo se entera de los trejemanejes de Shelby y Summers, y eso está provocando que a Norma le esté costando la vida relanzar el motel.
Además, Norma empieza a acercarse a Emma, a quien ve una chica guapa e inteligente, pero también vulnerable. De hecho quiere que Norman se acerque a ella, y por eso la contrata para trabajar algunas tardes en el motel. Por otra parte, a Norma le vendría bien poner una alarma en su casa porque cada dos por tres se lleva algún que otro susto, ya sea porque Keith Summers entra a violarla, o porque se encuentra una puerta entreabierta de la casa (apuesto a que alguien ha entrado, pero a saber quién ¿será el nuevo hombre misterioso del motel?). Y el pobre Dylan no ha tenido gran papel en este episodio más allá de sus dos encuentros ya mencionados, porque claro, aún está curándose el brazo, que un disparo no se cura solo.
Además, Norma empieza a acercarse a Emma, a quien ve una chica guapa e inteligente, pero también vulnerable. De hecho quiere que Norman se acerque a ella, y por eso la contrata para trabajar algunas tardes en el motel. Por otra parte, a Norma le vendría bien poner una alarma en su casa porque cada dos por tres se lleva algún que otro susto, ya sea porque Keith Summers entra a violarla, o porque se encuentra una puerta entreabierta de la casa (apuesto a que alguien ha entrado, pero a saber quién ¿será el nuevo hombre misterioso del motel?). Y el pobre Dylan no ha tenido gran papel en este episodio más allá de sus dos encuentros ya mencionados, porque claro, aún está curándose el brazo, que un disparo no se cura solo.
Y en cuanto a la imagen que encabeza el post: si por mí fuera tanto Vera Farmiga como Freddie Highmore estarían ya nominados a mejores actriz y actor de drama en una serie de TV. Y si siguen así tampoco me extrañaría si se llevasen alguno (aunque lo dudo mucho, en parte porque Homeland tiene acapardos esos premios, y a ver quién es el guapo que se los quita a Claire Danes y a Damian Lewis; y en parte porque el éxito de la serie, a pesar de ser muy grande para A&E, tampoco está siendo apisonador). Y hacerme caso cuando digo que el grito de “¡Normaaaaaaaaaaaan!” que Norma repite cada dos por tres se va a convertir en el nuevo “¡Waaaaalt!” de la televisión. Y sino, al tiempo.
Opinión de @Eric_MeGon
Opinión de @Eric_MeGon