Nominados a Mejor película
Hugo - Martin Scorsese
Hugo es la última película de Martin Scorsese, y su primera incursión en la tecnología 3D. He leído opiniones muy favorables acerca de cómo Scorsese ha sabido utilizar las 3 dimensiones como adición narrativa a la historia, y el filme está valorado como uno de los mejores en este formato. Una vez dicho esto, os aviso que la película la he visto en 2D, así que me ceñiré a este formato en mi comentario.
Hugo posee muchísimas virtudes. En primer lugar la dirección de Scorsese, que da una lección de cine con el uso de múltiples ángulos y movimientos de cámara. Esto permite darle agilidad y soltura al filme, que no obstante se resiente un pelín debido a las subtramas. El guión, escrito por John Logan, cumple de maravilla cuando se centra en la historia de Hugo primeramente y en Meliès a continuación, pero creo que se vuelve algo irregular cuando se aleja de estos personajes, ya que el personaje encarnado por Sacha Baron Cohen no terminó de conectar conmigo, y Emily Mortirmer tiene muy pocos minutos de lucimiento desgraciadamente.
Sin embargo, en el terreno técnico, la cinta es sobresaliente en todos los sentidos. La fotografía es preciosa, llena de tonos azulados y ocres, que contrastan de forma espectacular en muchas de las escenas. La dirección artística es de lo mejor del filme. Simplemente magistral. La banda sonora compuesta por Howard Shore define a la perfección el tono de la película, y contiene temas fantásticos que suelen estar acompañados por el acordeón, aportando un matiz nostálgico y clásico a la historia. Y los efectos visuales son excelentes, utilizados en su justa medida y al total servicio de la historia.
Termino con el trabajo interpretativo. Asa Butterfield está encantador como el entusiasta Hugo Cabret. Sus enormes ojos azules nos muestran su determinación a la hora de arreglar el robot, y empatizamos con su causa desde el primer minuto. Chloe Moretz está encantadora como la joven Isabelle. El talento descomunal de esta actriz le permite interpretar todo tipo de roles y se adecúa exactamente a lo que el personaje necesita con pasmosa facilidad. Va a ser una de las grandes estrellas de la próxima década, sin lugar a dudas. Ben Kingsley emociona como George Meliès y realiza una interpretación brillante. Sabe aportar el matiz justo a cada una de sus escenas en un personaje realmente precioso. Sacha Baron Cohen cumple sin más en un papel con bastante juego pero que, como comenté anteriormente, no me convenció del todo, sin ser malo.
En definitiva, Hugo es una muy buena película, que llega a ser maravillosa por momentos, pero adolece de unas subtramas que no han conectado conmigo personalmente, y que lastran en cierta medida el buen material de partida y el nivel sobresaliente a nivel ténico e interpretativo. Merece la pena no obstante.
Artículo publicado por Nowseed
Hugo posee muchísimas virtudes. En primer lugar la dirección de Scorsese, que da una lección de cine con el uso de múltiples ángulos y movimientos de cámara. Esto permite darle agilidad y soltura al filme, que no obstante se resiente un pelín debido a las subtramas. El guión, escrito por John Logan, cumple de maravilla cuando se centra en la historia de Hugo primeramente y en Meliès a continuación, pero creo que se vuelve algo irregular cuando se aleja de estos personajes, ya que el personaje encarnado por Sacha Baron Cohen no terminó de conectar conmigo, y Emily Mortirmer tiene muy pocos minutos de lucimiento desgraciadamente.
Sin embargo, en el terreno técnico, la cinta es sobresaliente en todos los sentidos. La fotografía es preciosa, llena de tonos azulados y ocres, que contrastan de forma espectacular en muchas de las escenas. La dirección artística es de lo mejor del filme. Simplemente magistral. La banda sonora compuesta por Howard Shore define a la perfección el tono de la película, y contiene temas fantásticos que suelen estar acompañados por el acordeón, aportando un matiz nostálgico y clásico a la historia. Y los efectos visuales son excelentes, utilizados en su justa medida y al total servicio de la historia.
Termino con el trabajo interpretativo. Asa Butterfield está encantador como el entusiasta Hugo Cabret. Sus enormes ojos azules nos muestran su determinación a la hora de arreglar el robot, y empatizamos con su causa desde el primer minuto. Chloe Moretz está encantadora como la joven Isabelle. El talento descomunal de esta actriz le permite interpretar todo tipo de roles y se adecúa exactamente a lo que el personaje necesita con pasmosa facilidad. Va a ser una de las grandes estrellas de la próxima década, sin lugar a dudas. Ben Kingsley emociona como George Meliès y realiza una interpretación brillante. Sabe aportar el matiz justo a cada una de sus escenas en un personaje realmente precioso. Sacha Baron Cohen cumple sin más en un papel con bastante juego pero que, como comenté anteriormente, no me convenció del todo, sin ser malo.
En definitiva, Hugo es una muy buena película, que llega a ser maravillosa por momentos, pero adolece de unas subtramas que no han conectado conmigo personalmente, y que lastran en cierta medida el buen material de partida y el nivel sobresaliente a nivel ténico e interpretativo. Merece la pena no obstante.
Artículo publicado por Nowseed
Midnight in Paris - Woody Allen
Buenas tardes cinéfilos. Soy Nowseed, y me estreno como colaborador de esta genial y prometedora web de cine con Midnight in Paris, último filme del neoyorquino Woody Allen. Es bastante curioso que mi primer post trate sobre la última película de Allen, ya que no sólo es mi cineasta favorito, sino el culpable de que sea un enamorado del cine.
En la última década se ha criticado mucho a este director por su supuesto bajón de calidad. Críticos de medio mundo lo consideraban un Allen "menor" que había puesto el piloto automático, y se alejaba a pasos agigantados del brillante cineasta detrás de Manhattan, Annie Hall y Delitos y Faltas. No obstante, Allen ha demostrado que aún conserva esa chispa de genialidad con filmes de la talla de Match Point, El Sueño de Cassandra y la que nos ocupa, Midnight in Paris.
No soy muy dado a comentar la trama de los filmes, ya que el cine consiste en descubrir y ser sorprendido, así que mi opinión será libre de spoilers. No obstante, debo citar la premisa en la que se basa la cinta, para ahondar con cierto criterio las virtudes de la película. Gil, personaje interpretado por Owen Wilson, sube cada medianoche en un coche que le transporta al París de los años 20. Y hasta ahí puedo leer.
La sencillez y naturalidad con la que nos trasladamos temporalmente es maravillosa, ya que en ningún momento nos preguntamos cómo puede darse este hecho; simplemente nos dejamos llevar por la historia, y nos amoldamos a ella con una facilidad pasmosa. Una vez ocurrido este hecho, Allen nos muestra a una gran variedad de artistas que Gil va conociendo, para su sorpresa absoluta. Pero la cinta no es simplemente una sucesión de artistas y genios, sino que va mucho más allá a la hora de profundizar en el personaje que Wilson interpreta de forma espléndida. Gil es un hombre soñador e imaginativo, pero al mismo tiempo lastrado por una vida que no le llena, un presente del que se siente desconectado.
El reparto funciona a las mil maravillas, destacando al citado Wilson, que clava un personaje Alleniano, pero sabiendo diferenciar entre la copia y la inspiración. Corey Stoll está fantástico al igual que Tom Hiddleston, y Marion Cotillard enamora desde el primer segundo, donde ya no puedes quitar los ojos de ella. Michael Sheen cumple perfectamente con su rol de Paul, un cultureta bastante molesto, mientras que McAdams está correcta como la comprometida de Gil. Mención especial para Adrien Brody, en un papel corto pero divertidísimo.
La banda sonora es deliciosa, y encaja perfectamente con el ambiente parisino que la cinta nos muestra. La fotografía está caracterizada por el uso de tonos cálidos y muy vivos, dando una sensación acogedora y preciosa de París. Finalmente, destacar el trabajo de un enorme Woody Allen, por escribir su mejor guión en años y dirigir con una clase majestuosa esta carta de amor definitiva a la ciudad francesa.
Midnight in Paris es una película redonda, maravillosa de principio a fin, y que te deja con una sonrisa de oreja a oreja al término de su visionado. De lo mejor que pude ver el pasado 2011.
Artículo publicado por Nowseed
En la última década se ha criticado mucho a este director por su supuesto bajón de calidad. Críticos de medio mundo lo consideraban un Allen "menor" que había puesto el piloto automático, y se alejaba a pasos agigantados del brillante cineasta detrás de Manhattan, Annie Hall y Delitos y Faltas. No obstante, Allen ha demostrado que aún conserva esa chispa de genialidad con filmes de la talla de Match Point, El Sueño de Cassandra y la que nos ocupa, Midnight in Paris.
No soy muy dado a comentar la trama de los filmes, ya que el cine consiste en descubrir y ser sorprendido, así que mi opinión será libre de spoilers. No obstante, debo citar la premisa en la que se basa la cinta, para ahondar con cierto criterio las virtudes de la película. Gil, personaje interpretado por Owen Wilson, sube cada medianoche en un coche que le transporta al París de los años 20. Y hasta ahí puedo leer.
La sencillez y naturalidad con la que nos trasladamos temporalmente es maravillosa, ya que en ningún momento nos preguntamos cómo puede darse este hecho; simplemente nos dejamos llevar por la historia, y nos amoldamos a ella con una facilidad pasmosa. Una vez ocurrido este hecho, Allen nos muestra a una gran variedad de artistas que Gil va conociendo, para su sorpresa absoluta. Pero la cinta no es simplemente una sucesión de artistas y genios, sino que va mucho más allá a la hora de profundizar en el personaje que Wilson interpreta de forma espléndida. Gil es un hombre soñador e imaginativo, pero al mismo tiempo lastrado por una vida que no le llena, un presente del que se siente desconectado.
El reparto funciona a las mil maravillas, destacando al citado Wilson, que clava un personaje Alleniano, pero sabiendo diferenciar entre la copia y la inspiración. Corey Stoll está fantástico al igual que Tom Hiddleston, y Marion Cotillard enamora desde el primer segundo, donde ya no puedes quitar los ojos de ella. Michael Sheen cumple perfectamente con su rol de Paul, un cultureta bastante molesto, mientras que McAdams está correcta como la comprometida de Gil. Mención especial para Adrien Brody, en un papel corto pero divertidísimo.
La banda sonora es deliciosa, y encaja perfectamente con el ambiente parisino que la cinta nos muestra. La fotografía está caracterizada por el uso de tonos cálidos y muy vivos, dando una sensación acogedora y preciosa de París. Finalmente, destacar el trabajo de un enorme Woody Allen, por escribir su mejor guión en años y dirigir con una clase majestuosa esta carta de amor definitiva a la ciudad francesa.
Midnight in Paris es una película redonda, maravillosa de principio a fin, y que te deja con una sonrisa de oreja a oreja al término de su visionado. De lo mejor que pude ver el pasado 2011.
Artículo publicado por Nowseed