Retomamos Arrow con un nuevo episodio que de nuevo nos destapa algunos secretitos que desconocíamos. Hay que decir que llevan dos episodios donde el avance de la trama ha frenado un poco, pero supongo que se debe a que el ritmo de los primeros episodios era demasiado alto como para mantenerlo mucho más tiempo. Aun así, siguen deleitándonos con numerosas escenas de acción, tensión y un juego de personajes que está muy bien llevado.
Centrémonos primero en el “malo” del capítulo. Un motorista misterioso aparece en escena atentando contra un empresario que está a punto de cerrar un acuerdo con Moira, acabando ella por los suelos aunque sin mayores daños. Oliver enseguida pone su punto de mira en detener al motorista, ya que la víctima está vinculada con otras tantas personas relacionadas con la mafia que también han sido atacadas recientemente. Así pues, Oliver decide infiltrarse en la mafia para intentar descubrir quién será la siguiente víctima y dar con el motorista, y en uno de esos giros de la vida, acaba cenando con Helena, la hija del gran mafioso y que resulta ser la motorista misteriosa, que está atacando a su propio padre al culparle de la muerte de su prometido y de dañar a muchos ciudadanos a costa de poder (una Arrow en mujer y con bastante menos destreza en lo que a lucha se refiere, aunque se defiende).
Parece que Oliver ha encontrado a alguien a quien contarle sus secretos y con quien puede ser él mismo, ya que al final del capítulo se revelan sus identidades y acaban en la cama. A ver cuánto dura el romance.
Otros que están de romance son Tommy y Laurel, aunque este parece que llevará su tiempo para el señor Merlyn ya que Laurel no está muy por la labor. O no lo estaba. Pero la ruina económica de Tommy (más bien sus padres le han cerrado el grifo) le hace ver más débil a ojos de Laurel y podría desencadenar sus sentimientos hacia él. Y aquí la sorpresa del capítulo. Resulta que Tommy Merlyn es hijo de Malcolm Merlyn, aparentemente el mandamás de la ciudad que tiene a Moira cogida por los pelos. Veremos por donde nos acaba saliendo el señor Barrowman.
Otros que están de romance son Tommy y Laurel, aunque este parece que llevará su tiempo para el señor Merlyn ya que Laurel no está muy por la labor. O no lo estaba. Pero la ruina económica de Tommy (más bien sus padres le han cerrado el grifo) le hace ver más débil a ojos de Laurel y podría desencadenar sus sentimientos hacia él. Y aquí la sorpresa del capítulo. Resulta que Tommy Merlyn es hijo de Malcolm Merlyn, aparentemente el mandamás de la ciudad que tiene a Moira cogida por los pelos. Veremos por donde nos acaba saliendo el señor Barrowman.
Y respecto a la trama general de la serie, tenemos una nueva aparición de la señora asiática del pelo gris. Nada, son 10 segundos, pero oye dan ganas de volver a verla cuanto antes. Ella representa a La Tríada, el mal de la ciudad y que iremos conociendo poco a poco. Por otra parte, el jefe de policía Quentin Lance ha quedado enormemente difuminado tras el ridículo del anterior capítulo, algo que personalmente, agradezco. Y cada vez me gusta más el personaje de Thea, aunque no tiene un protagonismo demasiado latente en la historia funciona perfectamente como contrapunto a Oliver y como anclaje del nuevo Oliver con el viejo, ya que el papel de Digg también se ha visto reducido en estos últimos capítulos.
Como punto negativo del capítulo debo decir que he echado de menos los flashbacks a los que nos tenían ya acostumbrados, pero supongo que la estancia de Oliver en la isla no da para darle minutos todos los capítulos así que por ahora se les perdonará.
Opinión de @Eric_MeGon
Como punto negativo del capítulo debo decir que he echado de menos los flashbacks a los que nos tenían ya acostumbrados, pero supongo que la estancia de Oliver en la isla no da para darle minutos todos los capítulos así que por ahora se les perdonará.
Opinión de @Eric_MeGon