Tarde o temprano tenía que pasar y Oliver ha empezado a dudar de su madre, a pesar de que se ha mostrado muy reticente a escuchar a Digg. Entre que decidía si creía o no creía las palabras de Digg, se ha topado con un contratiempo inesperado cuando Laurel le ha pedido ayuda para un caso y ella ha salido malparada.