Puntualización: el texto contiene ligeros aspectos sobre la trama, pero ningún spoiler importante.
Pensaba que ya había disfrutado de lo mejor del genio neoyorkino (he visto la práctica totalidad de su filmografía), pero estaba muy equivocado. Interiores me ha dado una sonora bofetada. Allen realiza un filme soberbio, lleno de crudeza, pesimismo y realismo.
Estoy dispuesto a afirmar que Interiores es una de las cintas más serias del realizador, y una de las más alejadas de su estilo narrativo, aunque el sello Allen sigue muy presente. Larguísimos planos que ahondan en los sentimientos ocultos de los personajes, uso de un entorno apagado y opresivo, en consonancia con las emociones que inundan a los protagonistas. Y los diálogos dibujan a la perfección las motivaciones y miedos de una familia disfuncional que se ve desbordada por el individualismo y la hipocresía.
La cinta está llena de simbolismos que enfatizan las sensaciones que transmiten los personajes. Destacaría principalmente dos. En primer lugar, el uso de las ventanas (presentes a lo largo de toda la película) como metáfora del encarcelamiento y alienación que sufren los protagonistas. En muchas ocasiones vemos a alguna de las 3 hermanas mirando a través de la ventana, como si quisieran buscar una realidad que se encuentra difuminada y alejada de ellas. Además, ni una sola de las ventanas que vemos en el filme son amplias cristaleras que acerquen el exterior hacia los protagonistas, sino que están seccionadas de forma que parecen barrotes que enclaustran a los personajes no sólo en el interior de sus casas, sino en sí mismos (la cama del personaje de Diane Keaton posee un cabecero altísimo, que vuelve a simbolizar los barrotes de una cárcel).
Por otra parte, el vestuario define a la perfección el estado emocional de cada uno de ellos. La inmensa mayoría lleva una vestimenta apagada, de colores neutros y oscuros que acentúan su estado anímico. Sin embargo, hay un personaje que sirve como contrapunto al resto, y ese personaje es Pearl. Sus trajes suelen ser de un tono rojizo que simbolizan la pasión y energía de esta mujer, marcando aún más la oposición entre la familia y la citada mujer.
Sin duda alguna, Allen consigue sacar los defectos e imperfecciones del ser humano como pocos, y lo hace de una forma enormemente natural. En ningún momento he sentido que el comportamiento de los personajes sea forzado. Además, la historia se beneficia del estilo pausado de Allen tras la cámara y el uso de esos planos fijos que tanto caracterizan al director.
Obviamente, la película no tendría un acabado tan sobresaliente sin el fantástico trabajo de los actores, que alzan la cinta de forma brillante con unas interpretaciones excelentes.
En definitiva, Interiores es una de las cintas más equilibradas y sobrias de Woody Allen, y en general un ejercicio cinematográfico a la altura de este genio.
Artículo publicado por Nowseed
Pensaba que ya había disfrutado de lo mejor del genio neoyorkino (he visto la práctica totalidad de su filmografía), pero estaba muy equivocado. Interiores me ha dado una sonora bofetada. Allen realiza un filme soberbio, lleno de crudeza, pesimismo y realismo.
Estoy dispuesto a afirmar que Interiores es una de las cintas más serias del realizador, y una de las más alejadas de su estilo narrativo, aunque el sello Allen sigue muy presente. Larguísimos planos que ahondan en los sentimientos ocultos de los personajes, uso de un entorno apagado y opresivo, en consonancia con las emociones que inundan a los protagonistas. Y los diálogos dibujan a la perfección las motivaciones y miedos de una familia disfuncional que se ve desbordada por el individualismo y la hipocresía.
La cinta está llena de simbolismos que enfatizan las sensaciones que transmiten los personajes. Destacaría principalmente dos. En primer lugar, el uso de las ventanas (presentes a lo largo de toda la película) como metáfora del encarcelamiento y alienación que sufren los protagonistas. En muchas ocasiones vemos a alguna de las 3 hermanas mirando a través de la ventana, como si quisieran buscar una realidad que se encuentra difuminada y alejada de ellas. Además, ni una sola de las ventanas que vemos en el filme son amplias cristaleras que acerquen el exterior hacia los protagonistas, sino que están seccionadas de forma que parecen barrotes que enclaustran a los personajes no sólo en el interior de sus casas, sino en sí mismos (la cama del personaje de Diane Keaton posee un cabecero altísimo, que vuelve a simbolizar los barrotes de una cárcel).
Por otra parte, el vestuario define a la perfección el estado emocional de cada uno de ellos. La inmensa mayoría lleva una vestimenta apagada, de colores neutros y oscuros que acentúan su estado anímico. Sin embargo, hay un personaje que sirve como contrapunto al resto, y ese personaje es Pearl. Sus trajes suelen ser de un tono rojizo que simbolizan la pasión y energía de esta mujer, marcando aún más la oposición entre la familia y la citada mujer.
Sin duda alguna, Allen consigue sacar los defectos e imperfecciones del ser humano como pocos, y lo hace de una forma enormemente natural. En ningún momento he sentido que el comportamiento de los personajes sea forzado. Además, la historia se beneficia del estilo pausado de Allen tras la cámara y el uso de esos planos fijos que tanto caracterizan al director.
Obviamente, la película no tendría un acabado tan sobresaliente sin el fantástico trabajo de los actores, que alzan la cinta de forma brillante con unas interpretaciones excelentes.
En definitiva, Interiores es una de las cintas más equilibradas y sobrias de Woody Allen, y en general un ejercicio cinematográfico a la altura de este genio.
Artículo publicado por Nowseed