Y llegó el final de esta primera mitad de temporada, que todo sea dicho, podría haberse reducido a 2 o 3 capítulos. En realidad este final tampoco soluciona nada, tan sólo añade un cambio sustancial respecto a los anteriores, y tiene que ver con la energía y los colgantes, pero seguro que todos nos lo esperábamos.
Este noveno capítulo ha llevado por fin a nuestros compañeros de viaje a la ciudad de Philadelphia, capital de la República de Monroe y donde el amigo de Miles mantiene prisioneros a Danny y a su madre Rachel.
El octavo capítulo de Revolution nos trae un par de descubrimientos que afectan bastante a la historia en lo que se refiere a los colgantes y a la energía, y se convierte en el primer episodio después del piloto en el que realmente pasan cosas importantes.
Qué contento me he quedado al acabar este capítulo. En primer lugar porque por fin avanza un poco la acción, no sólo en lo que a Rachel concierne, sino también respecto al grupo de Charlie y Miles. Y en segundo lugar, porque la trama episódica de este capítulo estaba medio protagonizada por Colin Ford, el niño que hizo de Sam Winchester (Supernatural) en su infancia/adolescencia, y al que tengo especial cariño. Pero vamos a ver qué nos ha deparado el capítulo.
Nuevo capítulo de Revolution y la trama sigue sin avanzar. Pero no pasa nada, ya estamos acostumbrados. Miento, la trama si avanza un poco gracias a los personajes de Rachel y Sebastian Monroe, otra vez. El resto, como bien dice el título del episodio, para pasar el rato.
Los creadores de Revolution lo han vuelto a hacer. Nos la han vuelto a colar. Cuando parecía que el grupo había logrado dar con Danny y que las cosas iban a cambiar, nos han dado un par de collejas para dejarnos con la sensación de que la serie está probando nuestra paciencia. Y todo tiene un límite.
Revolution continúa dando vueltas sin mucho sentido, y este capítulo es la mejor prueba de ello. Mientras en el presente la acción no termina de avanzar, es en el pasado donde nos encontramos con la trama más interesante, en parte gracias a Rachel (gran Elizabeth Mitchell), la madre de Charlie y Danny, que conoce información que Sebastian quiere y que está consiguiendo mantener la serie a flote, porque si fuera por el resto de elementos se habría hundido hace tiempo, argumentalmente hablando (lo sé, sólo llevo cuatro capítulos, pero es que vaya capítulos...)
Visto el 3r capítulo de Revolution puedo decir que -quizás estoy siendo un poco prematuro- la serie se está encaminando lentamente hacia dónde muchas ya fallaron: dar vueltas sobre lo mismo y alargar una trama en exceso para que después su resolución no aporte nada. Me explico: seguimos buscando a Danny y nada parece indicar que Charlie y su tío le vayan a encontrar y rescatar pronto, y eso podría entorpecer enormemente el desarrollo de todo lo demás, ya que ahora mismo es su trama principal.
En este segundo episodio retomamos la acción justo donde la dejamos: Charlie, Miles y los que les acompañan emprenden su viaje para salvar a Danny, y desde bien prontito se encuentran enemigos por el camino. El primero es un cazarrecompensas al que Miles no mata por petición de Charlie, y que después se volverán a encontrar para, esta vez sí, quitárselo de en medio con extraña facilidad. La primera opción del grupo es buscar a Nora, una conocida de Miles que, al parecer, es extremadamente necesaria para poder rescatar a Danny. Precisamente mientras están en su búsqueda se topan por segunda vez con el cazarrecompensas, que, cosas de la vida, conoce el paradero de Nora y se lo revela justo antes de ser asesinado por Miles.
El primer capítulo comienza mostrándonos el momento del apagón, cuando el mundo entero se queda sin energía sin ningún motivo aparente. Nos hacen creer que se trata de un EMP (Pulso electro-magnético), pero pronto descubrimos que no se trata de eso.
Ben, el padre de familia, llega a casa visiblemente preocupado. Entonces comienza a fallar la luz y su mujer Rachel le pregunta si "ya está empezando". Ben llama a su hermano Miles para contarle lo que va a pasar y justo entonces todo se apaga. Miles está en ese momento con Sebastian Monroe, un amigo del servicio militar con quién parece llevarse muy bien, y que es uno de los protagonistas en el futuro, luego veremos porqué. Estos primeros 10 minutos son posiblemente lo mejor del capítulo. En apenas unas líneas de diálogo y gracias a la descripción de las imágenes, se nos pone en contexto y conocemos qué está pasando, y además, sabemos que los protagonistas están directa o indirectamente implicados en ello. |