El octavo capítulo de Revolution nos trae un par de descubrimientos que afectan bastante a la historia en lo que se refiere a los colgantes y a la energía, y se convierte en el primer episodio después del piloto en el que realmente pasan cosas importantes.
Miles y el grupo debe cruzar el río para poder llegar a Philadelphia, pero el sicario Strausser da con ellos en su intento por conseguir el colgante milagroso y llevarse a Miles, y para conseguir sus objetivos, utiliza a la hermana de Nora, Mia. Ella hace pensar a Nora que ha sido capturada por Strausser como rehén e intenta convencerla de que se vaya con ella a Texas, donde está su padre (en los flashbacks vemos que ambas se quedaron solas tras el apagón y se dirigieron a Texas, donde vivía su padre, pero nunca dieron con él), pero Nora acaba por volver con sus amigos cuando se da cuenta de que su hermana la ha engañado y trabajaba para Strausser (ella se gana la vida como cazarrecompensas), algo que era predecible por otro lado casi desde el primer momento en que aparece. Eso sí, Mia ha logrado quitarle el colgante a un despistado Aaron y por fin ha llegado a manos de Monroe, que está dispuesto a recuperar la energía para él solito. Cuando va a enseñárselo todo orgulloso a Rachel, ella está fabricando una especie de máquina. Deduzco que servirá para controlar la energía y que no se encienda y apague cuando al colgante le apetezca, porque a los pilotos de helicóptero no les haría demasiada gracia.
La cosa no se acaba ahí, porque en los últimos minutos hemos visto como Randall y Grace Beaumont están en un lugar con grandes maquinarias funcionando. No soy un experto pero diría que se encuentran en las instalaciones de un acelerador de partículas, o como mínimo eso me ha parecido (en Flashforward aparecían instalaciones muy similares). De hecho, es posible que fuera ahí donde se originó el apagón. Además, Randall tiene un panel con el mapa de Estados Unidos y la ubicación del colgante de Miles (deduzco que también podrá conocer el paradero del resto), y sabe que ha llegado a manos de Monroe, por lo que insta a Grace a hacer “algo” para recuperarlo. No da muy buena espina lo que puedan llegar a hacer pero iremos viendo con el tiempo.
Y el otro punto interesante del capítulo nos lo encontramos en la casa de los Neville. Jason/Nate ha sido torturado por sobornar a un oficial para conseguir información sobre el paradero de Strausser (para ir a rescatar a Charlie supongo). Con tal de que le dejen tranquilo, Neville delata a un oficial de mucha confianza de Monroe, cuyo hijo está alistado en la resistencia. Así se libra Jason de ir a California, que parece ser un campo de batalla constante.
Lo interesante de todo esto es que ha sido Julia, su mujer, quien ha conseguido información que pudiera librar a su hijo. Y además, se ha sincerado ante Neville diciendo que Monroe está cada vez más paranoico, y que la República necesita un gobernante mejor. Vaya, que quiere un golpe de estado en toda regla y que su marido se haga con el poder. Veremos por dónde van los tiros porque aunque parecía que su mujer no pintaba nada, ha resultado tener una mente muy calculadora.
Lo interesante de todo esto es que ha sido Julia, su mujer, quien ha conseguido información que pudiera librar a su hijo. Y además, se ha sincerado ante Neville diciendo que Monroe está cada vez más paranoico, y que la República necesita un gobernante mejor. Vaya, que quiere un golpe de estado en toda regla y que su marido se haga con el poder. Veremos por dónde van los tiros porque aunque parecía que su mujer no pintaba nada, ha resultado tener una mente muy calculadora.
En general, el episodio ha sido bastante mejor que la mayoría de los anteriores, en especial por esa especie de lucha que parece van a mantener Randall y Monroe por la energía y que ya nos han dejado algunas pistas. Tan sólo he echado en falta a Danny. Al final, después de verle sufrir tantos males y de no saber defenderse, al final le voy a acabar cogiendo cariño.
Opinión de @Eric_MeGon
Opinión de @Eric_MeGon